CUALES DEBEN SER LOS CAUDALES DE ABASTECIMIENTO? 
CÓMO CALCULAR SU VOLUMEN.


El abastecimiento de agua para un cultivo determinado, según sea la especie seleccionada, deberá calcularse cuidadosamente ya que el mismo determinará la posibilidad de producción en cualquier tipo de emprendimiento a realizar. Si se trata de abastecimiento proveniente de napa, deberá determinarse el caudal y la cantidad y tamaño de pozo/s a efectuar, que determinará además el costo (menor o mayor diámetro, número, etc.). En el cultivo propiamente dicho, los requerimientos en flujo en litros/segundo, varían según el sistema y especie a desarrollar, siendo menor para cultivos de animales en aguas cálidas a templadas en sistema semiintensivo (tratándose de especies que requieren menor cantidad de oxígeno disuelto que las de aguas frías); mientras que el requerimiento para cualquier cultivo de especies de aguas frías (Salmónidos); donde además se trabaja en sistema intensivo, el caudal necesario será mucho mayor. Por ejemplo, para tener una idea al respecto, mientras en un cultivo de subtrópico en semiintensivo, se necesitará un recambio de agua del 10% anual en los estanques, para un cultivo de truchas en intensivo, en raceways por ejemplo, el recambio deberá ser alto y es el que definirá el tamaño del emprendimiento.
En resumen y antes de emprender cualquier tipo de cultivo, una tarea primaria, será la de conocer con la mayor base de datos disponibles, los caudales que aportan las aguas superficiales o de napa que se pretenda utilizar.

Si se trata de caudales de agua superficial como de ríos, arroyos o canales en general, es posible que en la región existan aforos realizados por las empresas estatales de regulación de agua y energía. De esta forma se podrá utilizar su información. En caso contrario, es conveniente que el productor los determine por sí mismo. Este trabajo puede ser algo costoso, pero evitará los problemas de mortalidades posteriores durante los cultivos y por lo tanto, la no-rentabilidad de los sistemas. Los métodos para determinación de caudales podrán costar más o menos, según sean artesanales o sofisticados. Todos ellos permitirán al productor acercarse al conocimiento de qué caudal dispone en m3/seg, y de esta forma conocer sus reales posibilidades de cultivo y producción. Al tratarse de caudales para los cultivos en áreas del subtrópico o de clima templado, deberá tenerse en cuenta, además, el requerimiento de caudal para el llenado inicial de los cerramientos o posteriormente a su vaciado por cosechas. Por ejemplo, un estanque individual estático, puede tardar en llenarse una semana, aunque sería conveniente para una urgencia que se llenara en 24 a 48 hs. Si los estanques son varios a llenar, los cálculos deben ser realizados para un llenado de todos en el lapso de una semana. Si se trabaja con un sistema "abierto" con recambio de agua, y con especies cálidas a templadas, el flujo de recambio en sistemas de cultivo semiintensivo, a mediana densidad, será como ya mencionamos de un 10% anual aproximado, ya que algunas épocas requerirán mayor recambio que otras. No debe dejarse de costado, el cálculo de pérdidas producidas por evaporación según los climas y por filtración, en relación a la construcción de los estanques en su inicio. El volumen de los cerramientos, se calcula fácilmente y de esa forma se conocerá la entrada de caudal requerido por hectárea de terreno.

En los casos de cultivos de especies de aguas frías, el caudal varía grandemente de acuerdo a las temperaturas, oxígeno a disposición, tipo de cerramiento utilizado (tanques circulares, raceways o estanques); así como a sus dimensiones, características, etc. La renovación de agua en estos sistemas de cultivo es amplia, debido a los requerimientos de las especies que se desean cultivar (trucha o salmón). Existen cálculos con fórmulas adecuadas a la determinación de estos volúmenes, en bibliografías específicas, como por ejemplo: Cachafeiro, 1994; Avault, 1996; Bromage 1988; Edwards, 1978; Stevenson, 1980, que podrán consultarse. Ellos informarán al productor de la capacidad de almacenamiento de agua en metros cúbicos por cada cerramiento y el caudal necesario para su abastecimiento en metros cúbicos por hora. La carga de peces a colocar (densidad) dependerá entonces del número de los recambios posibles e interviene en ello la sección y profundidad de cada cerramiento, la temperatura del agua, la concentración de oxígeno disuelto que la misma aporta a su entrada, etc. Por ejemplo, para un simple cálculo: si se requiere cultivar truchas y se necesita - de acuerdo a los parámetros físicos y químicos conocidos - para un cerramiento de tipo estanque, de 50 x 2 x 1 m de profundidad (volumen de 100 m3), conociendo los resultados de los parámetros temperatura y oxígeno disuelto aportado al agua (obtenidos previamente en distintas épocas) y los mismos indican la necesidad de 1 recambio total horario; se necesitarán 100 m3 por hora para poder manejar una producción de 1.000 kg. de truchas en ese caso. Un buen técnico acuicultor o un ingeniero con conocimientos en cultivo de truchas, podrá realizar estas determinaciones fácilmente, para el productor.

La renovación de agua en estos casos se estima como óptima cuando la misma es total, o sea que no queden zonas muertas o de escasa renovación en los raceways u otros tipos de cerramientos. En general, la trucha arco-iris se adapta a temperaturas más altas que otras especies similares, pero sus requerimientos en oxígeno, igualmente son importantes. Cuando se trabaja con peces pequeños (juveniles), ellos requieren mayor cantidad de agua por kilo de carne producida, en comparación con los individuos de mayor talla.

En resumen, para la planificación del abastecimiento total de agua a un establecimiento acuícola de determinado cultivo, deberá no solo determinarse el volumen para llenado, recambios horarios, etc. dependiendo del clima, la especie bajo cultivo y la densidad de carga; sino además el llenado de fase inicial en el caso de estanques de mayor porte, así como el posterior a las cosechas, las pérdidas producidas por evaporación y filtración; así como las producidas a lo largo del cultivo y no olvidar el abastecimiento correspondiente a procesamiento (si el mismo existe), higiene del personal, etc.

Por último, el productor debe conocer que el agua de abastecimiento, una vez utilizada en el cultivo propio de los organismos acuáticos, estará cargada de nutrientes y por lo tanto no es necesario que sea desechada, sino que puede utilizarse para otros cultivos de acuerdo a las áreas climáticas de implantación de los emprendimiento.

Para todo requerimiento de caudal de agua a tomar desde aguas superficiales, al igual que para construcciones de bocas de toma, etc., se deberá obtener la autorización correspondiente a cada provincia y/o municipio frente a las autoridades competentes en el tema.

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